Las emociones tienen su función, y la ansiedad nos permite prepararnos para el futuro y las situaciones amenazantes. Cuando sentimos ansiedad, es normal imaginar escenarios futuros amenazantes. Porque el cerebro es una máquina de proyectar escenarios, que nos permite afrontarlos mejor. ¿Quien no se ha sorprendido por la capacidad de adaptación que hemos tenido la ciudadanía (que no los gobernante) a la nevada Filomena?

Esto es posible por esta proyección negativa en el futuro. La parte negativa, es que una vez que lo hemos imaginado este escenario nos parece más probable. En algunos casos, existe gente que tiende a #catastrofizar , término acuñado por Ellis, para definir un patrón cognitivo donde se tiende a pensar en el peor escenario posible como más probable. Suele acompañarse de fuertes emociones de #ansiedad y comportamientos evitativos.

Solemos empezar por algo pequeño, por ejemplo: «tengo que entregar este trabajo para mañana, tengo que comenzar con el índice». Y la emoción va dando energía a los pensamientos cada vez más catastróficos. «Tengo que entregar el trabajo mañana, pero me va a salir mal, en el trabajo todos van a pensar que soy un fraude, me voy a quedar en desempleo, y con ello voy a perder mi trabajo y amigos. Voy a morir en absoluta soledad»

#catastrofizar es término acuñado por Ellis, para definir un patrón cognitivo donde se tiende a pensar en el peor escenario posible como más probable. Suele acompañarse de fuertes emociones de #ansiedad y comportamientos evitativos.

Según sean los temas que nos suelen preocupar (salud, abandono, ruina) la catástrofe final será diferente. Aunque en el área que más se ha investigado es en la relación entre catastrofización y dolor (y otros problemas de salud crónicos).

Y la parte buena de la historia, es que al igual que otros problemas relacionados con la ansiedad, la tendencia a catastrofizar puede mejorarse mediante psicoterapia. En concreto, mediante técnicas de reestructuración cognitivas, típicas de la terapia cognitivo conductual.