Autodefensa digital para mujeres: ¿victim blaming o protección para las víctimas?
Autodefensa digital:
¿Victim blaming o herramientas para protegerse?
La sociedad va siendo consciente de que no se puede culpar a la víctima de haber sufrido la agresión, es lo que se conoce como «Victim Blaming» o culpabilización de la víctima. A día de hoy cuando en un caso de violación, un juez dicta que la ropa que llevaba la mujer la hacía culpable de haber sufrido la violación nos indignamos y expresamos lo parcial que resulta dicha sentencia judicial. «Lo estaba pidiendo», «Es que se viste como una puta» etc.
Porque en la violencia, el culpable de la agresión es siempre de agresor (y sus cómplices) nunca de la víctima. Es un perogrullada, pero no veas lo que nos está costando que la gente lo entienda.
En la violencia, el culpable de la agresión es siempre de agresor (y sus cómplices) nunca de la víctima.
Este victim blaming, que es un micromachismo cotidiano, además de ser un mecanismo más para perpetuar la estructura opresora, también tiene un duro efecto: la retraumatización secundaria de la víctima.
Los psicólogos hace tiempo que conocemos este fenómeno, no en vano fue el psicólogo Willian Ryan quien acuñó el término de Victim Blaming para referirse a las desigualdades raciales en Estados Unidos. Además de estos factores estructurales, existen otras teorías, como la «Teoría de un mundo justo«.
La teoría de un mundo justo
En la Teoría del mundo Justo nos hace pensar que a la gente buena le pasan cosas buenas, y a la gente mala cosas malas. Cuando se produce una agresión, como las agresiones machistas esto descoloca nuestros constructos de justicia y disparan nuestras disonancias cognitivas. Y intentamos equilibrarlo pensando que hay algún factor que hace que haya más probabilidad de ser víctima o evitar serlo nos da la sensación de que podemos evitar caer también victimas de estas agresiones. Pero desgraciadamente esto no es cierto.
Pero si algo me fascina de la violencia de género digital es que parece que todas las normas que ya conocemos y nos ha costado alcanzar no se aplican para el mundo digital.
Entonces, ¿Vas a dar una charla de Autodefensa Digital?
Cada vez que comento que voy a dar una charla sobre este tema todo el mundo da por hecho que voy a dar una charla sobre autodefensa digital. ¡Ey! que soy la primera que me encanta conocer mis herramientas y los peligros a los que me enfrento, pero ese no es el punto de vista.
Que no estamos hablando de protegerte de una estafa de un supuesto príncipe nigeriano, estamos hablando de recibir agresiones por el simple hecho de ser mujer. De que tu pareja te acose, cuelgue fotos tuyas sin permiso o intente hundirte tu negocio. De que grupos de machitrolls organizados te amenace de muerte y violación por ser una feminista con proyección pública o que te saquen del armario sin tu consentimiento con las consecuencias que ello supongan.
No vale con «tener instalado el antivirus», o que sea culpa tuya «no usar una contraseña suficientemente segura». El problema es que hay un agresor que agrede, cuyo acto es tolerado y apoyado por la sociedad, y no se destinan suficientes recursos para prevenir, perseguir a los agresores y apoyar a las víctimas de violencia digital de género.
Así pues, no podemos caer en el victim blaming en la violencia de género digital al decirle a la víctima que la culpa es suya por no haberse protegido lo suficiente, que necesita más conocimientos informáticos (¡Todos lo necesitamos), porque esto lo que puede producir es una revictimización secundaria, y hacer caer a la persona que ha sufrido violencia de género digital una mayor indefensión aprendida.
Aislamiento social y Violencia de Género.
La primera estrategia que identifica a un agresor machista en una relación de pareja es su intento deliberado de aislar a la víctima de su contexto. El contexto que la puede alertar y ayudar a salir de la situación: primero los amigos hombres, luego las mujeres y finalmente todo su contexto.
Y uno de los principales ejes para ayudar a una víctima de violencia de género para salir de la situación es precisamente reconectarla con su red social y encontrar nuevas redes sociales de apoyo. El apoyo mutuo y la sororidad como medicina.
¿Y porqué recomendamos a las víctimas a que mutilen su identidad digital?
Entonces la pregunta evidente es: ¿Y porqué recomendamos a las mujeres de violencia de género digital que abran nuevas redes sociales, abran nuevas cuentas de correo y que cambien su teléfono?. (P.D. Las cuentas antiguas se conservan para seguir recibiendo las amenazas y poder denunciar, nunca se cierran).
Esta recomendación es de las primeras que sugieren desde la policía nacional y guardia civil especializada en género, cómo en el último congreso de Violencia Digital de Género y yo no puedo evitar debatirme en dudas: ¿No le estamos acaso haciendo el juego sucio al maltratador? ¿No estamos mutilando la identidad digital de la víctima ¿No estamos aislándola de su red social haciéndola más vulnerable aún?
Creo que en la violencia de género digital la estrategia no pasa por poner la autodefensa digital en primer lugar. Pasa por señalar que la violencia digital también es violencia. Que las agresiones no pueden quedar impunes y que tenemos que aprender nuevas formas de sororidad digital para acompañar a las víctimas.
- Las imágenes, videos y gifs pertenecen al projecto «The mystery of victim blaming» de SimpleInfo Designs:
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