Como hablar con familiares conspiroparanoicos
Nuestra tendencia a evitar este tipo de conflictos puede ser más preocupante a largo plazo.

Para empezar es necesario entender para qué sirven los pensamientos conspiparanoicos. Ante algo que nos da miedo, para poder actuar necesitamos entenderlo. Y esta es la función del pensamiento conspiroparanóico. Un mecanismo que busca patrones para entender un mundo amenazante y sinsentido.

Y un detalle que no es menor, es que son narrativas comunes donde queda claro quien es el bueno, quien es el malo y quienes son las persona que no conocen la verdad (y a quienes hay que convencer). Es la mezcla perfecta para entender la viralidad.

A nivel evolutivo, si nos imaginamos un grupo de humanos prehistóricos la búsqueda de patrones tenía una función de supervivencia clara. Ante la emoción de la ansiedad, estaríamos alerta, y nos centraríamos en buscar patrones de peligro: ej. huellas en el suelo de grandes depredadores, o ruidos que los delataran. Pero en este caso, estamos hablando de una herramienta averiada: Da demasiados falsos positivos y reconoce patrones donde no los hay.

Existen unos rasgos que predisponen al pensamiento conspiroparanoico, como es el narcisismo, el autoritarismo, la baja autoestima, menor nivel de inteligencia, sensación de falta de control, el aislamiento

Sesgos psicológicos que subyacen al pensamiento conspiranoico.

Y alguno de los sesgos psicológicos que subyacen a este fenómeno son:

– La necesidad de sentirse únicos.

– Necesidad de cierre.

– Efecto Dunning Kruger

– Mayor recepción a las chorradas. (Bullshit receptivity)

– Sesgo teleológico (todo pasa por un motivo)

– Sesgo de atribución

– Sesgo de proporcionalidad: Grandes eventos deben tener grandes causas

– Detección de Agente: Tendencia a creer que la causa de los eventos es debida a un agente inteligente aunque no sea cierto.

– Sesgo de confirmación….

Y un detalle clave es la identidad. Para estas personas encontrar una teoría no solo les permite entender el mundo, sino que da pertenencia a una comunidad e identidad.

En resumen.

Para hacernos una idea, tenemos una persona con los rasgos psicológicos antes nombrados, que ante una situación amenazante se dispara su ansiedad. Esta ansiedad se centra en buscar significado al evento amenazante, y encuentra una narrativa común que le da sentido. Todos los sesgos psicológicos se ponen en marcha para ir confirmando la información para que se ajuste a sus creencias. Compartir esta información le da sentido a su vida, y pertenecer a la comunidad de conspiroparanóicos le da una fuerte identidad.

¿Qué le diría a un familiar/amistad que compartiera conspiranoias?

  • Yo lo diría sin rodeos: “Esa información no es real, revisa tus fuentes. Y le enlazaría a fuentes de confianza.” Pero no esperaría que esto supusiera un cambio, ya que debido al sesgo de confirmación la gente tiende a olvidar la información que no encaja con sus creencias centrales. Si el pensamiento conspiroparanóico está arraigado será difícil desmontar con una sola frase. Pero es importante establecer un cortafuegos de chorradas y no seguir reforzando el comportamiento.
  • Al hablar con familiares conspiroparanóicos el problema es que nos centramos en la parte visible del iceberg: la teoría conspiroparanóica. Y nos olvidamos de la parte que subyace: el miedo a la amenaza, la sensación de falta de control, la soledad y la identidad que proporciona la teoría. Los conspiroparanóicos son gente sola y asustada que intentan entender un mundo sinsentido. Y nos deberíamos centrar en ayudarles a focalizar esa ansiedad en actos positivos y dentro de su alcance. Por ejemplo, si lo que da miedo es el Coronavirus, podemos devolver el control con todos los actos que caen de su mano para prevenirlo.

Nuestro gran fallo, es que ante estos familiares y amigos intentamos explicar los hechos y las contradicciones de sus argumentos. Pero caemos en la Ley de Brandonlini ( ley de el principio de asimetría de las chorradas/bulos) . “La cantidad de energía que se necesita para refutar un bulo es mayor que el que se necesita para producirlo”. Yo no dejaría de mostrar la grietas de sus argumentos, o nuevas fuentes de información. Pero no pondría tanta esperanza en que funcionara por sí solo. Este tipo de pensamiento no es lógico ni racional, y por tanto no se puede cambiar desde ese plano.

Al final nos cansamos, y o dejamos de hablarles o les damos la razón como a los tontos. Esto provoca que se ahonde su aislamiento, y caigan más en el emburbujamiento digital. Donde salen más reforzados de sus creencias tóxicas.

Desde mi experiencia, es más sano rechazar el comportamiento que a la persona. Permite a la persona reflexionar y no sentirse atacada y encerrarse más.

¿Podemos cambiar el pensamiento conspiroparanoico de nuestros familiares?

Para cambiar la forma de pensar de alguien, esa persona necesita querer ser cambiada, y nosotras tener las ganas y herramientas para hacerlo. Pero sí podemos mitigar los efectos:

1.- Escuchar el malestar que subyace a la necesidad de compartir la información. Entiendo que cuando quieres compartir bulos sobre X es porque a nivel personal te preocupa Y, vamos a hablar de ello.

2.- Recuperar la confianza en alguna de las instituciones de poder, esto es chungo. Quizás esta persona no pueda confiar en el gobierno, pero si comprende como funciona el método científico y como se trabaja desde ahí, podría confiar mejor en las vacunas.

3.- Mucha de esta gente siente que no tiene poder en la situación, es importante darle de nuevo la posibilidad de control dentro de la parte que tiene. (estudio sobre sensación de control y clases sociales). Por ejemplo, ante la enormidad de la amenaza del coronavirus, es correcto centrarnos en la conductas concretas que se pueden hacer para prevenir más contagios. Como recomiendan las autoridades sanitarias: lavarse las manos, mantener la distancia… Y explicar porqué. Sentir que las ordenes son impuestas, y no queda más opción que cumplirlas no ayuda a querer cumplirlas. Por eso es más correcto explicar siempre porqué se toman esas medidas, y que sientan que es una elección suya seguirlas.

4.- Identidad. Mucha de esta gente que comparte teorías suelen estar marginalizados, y la identidad que proporcionan las comunidades de difusión de conspiraciones es algo muy importante en sus vidas. Reconocer otras identidades más sanas, e intentar ayudarles a integrarse en la comunidad siempre será positivo.

¿Qué vía es mejor para decirlo?

Siempre será mejor en presencial, pero creo que también es necesario cortar las conspiroparanóias en los contextos donde se producen,y de manera contingente, y en este caso Whatsapp es el caldo de cultivo. Si recibes un mensaje de este estilo, lo mejor es explicar tu desacuerdo y llamar a la persona. Las llamadas telefónicas permiten un mayor entendimiento y se pueden seguir utilizando en contextos de distancia social.

Y para terminar, no nos podemos cargar con toda la culpa de cortar estos comportamientos, que tienen su máxima expresión en las redes sociales sin exigir a las autoridades de dichar RRSS responsabilidades. Si estos fenómenos se han expandido en Internet gracias al emburbujamiento digital, las campañas de desinformación pagadas, los algoritmos que premian las emociones negativas etc. entonces parte de la solución pasa por ahí.